Australia se encuentra en una etapa crucial de preparación para los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032, enfrentando desafíos significativos en la selección y desarrollo de sus sedes deportivas. Los Juegos, programados del 23 de julio al 8 de agosto de 2032, representan una oportunidad histórica para transformar la infraestructura deportiva del país, con diferentes federaciones deportivas presentando propuestas ambiciosas para aprovechar este momento único.
El nuevo primer ministro de Queensland, David Crisafulli, ha iniciado una revisión de 100 días para definir la estrategia de infraestructura olímpica, buscando resolver la compleja situación de los estadios y venues que han generado debate en los últimos años. Esta revisión se convierte en un punto de inflexión para determinar el futuro de los espacios deportivos que albergarán uno de los eventos más importantes del planeta.
PROPUESTAS DEPORTIVAS
Swimming Australia ha presentado una propuesta innovadora para un Centro Acuático Nacional en Victoria Park, con capacidad para 8.800 asientos permanentes y hasta 25.800 durante los Juegos. El proyecto no solo busca ser un espacio olímpico de primer nivel, sino también generar un impacto económico significativo, considerando que la industria acuática contribuye con 9.1 mil millones de dólares anuales en beneficios económicos y sociales.
Por su parte, Football Australia ha elevado su voz solicitando un estadio rectangular con capacidad para 17.000 a 20.000 espectadores, potencialmente ubicado en Perry Park. La propuesta destaca la importancia del fútbol como el deporte con mayor participación en Queensland, con más de 350.000 participantes activos, y busca crear una infraestructura que trascienda los Juegos Olímpicos.
VISIÓN INTEGRAL Y DESAFÍOS
Otras federaciones como Hockey Australia también han presentado propuestas para mejorar infraestructuras existentes, como el Gold Coast Hockey Centre, buscando elevar los estándares internacionales y crear espacios que no solo sirvan para los Juegos, sino que generen un legado deportivo duradero para la región.
El desafío principal radica en equilibrar la inversión necesaria con beneficios a largo plazo, evitando elefantes blancos y asegurando que cada instalación tenga un propósito claro más allá de los 16 días de competencia olímpica. La visión del gobierno de Queensland parece estar enfocada en crear infraestructuras sostenibles, multiuso y que realmente beneficien a las comunidades locales.