Cuando terminó el Rafa Nadal – Alexander Zverev, la duda de si habría o no homenaje comenzó a ser protagonista. ‘Sus’ otros torneos, el Conde de Godó de Barcelona y el Masters 1.000 de Madrid se lo habían dado, así que, ¿cómo no tenerlo en Roland Garros? La directora del torneo, Amelie Mauresmo tenía “todo previsto por si pasaba algo. Era cuestión de tocar el botón para activarlo. Lo tendrá cuando quiera tener una ceremonia apropiada, un adiós y despedida apropiada. Así que no lo haremos este año. Ese es su deseo”. El tenis y las prisas de este mundo le quieren decir adiós, pero Nadal, como en los partidos que se le daba por perdido, prefiere agotar todas las posibilidades. «No puedo decirlo al 100%«.
Hace unos días, en Madrid se rendía tributo a una figura mundial del fútbol, Toni Kroos. El futbolista, que actualmente está en uno de los mejores momentos de su carrera, fue halagado por la decisión de retirarse en lo más alto de la misma. Se ha ganado su derecho a decir “no” a continuar en la élite o a ir a una liga menor a continuar ampliando su cuenta bancaria. Es una decisión tan personal como quien elije irse a Estados Unidos o Arabia Saudí, las dos ligas de fútbol de moda para retirarse. Lo ideal para un deportista es poder elegir cómo y cuándo irse, sin que te tengan que decir desde fuera “ya no sirves para esto” o un “aquí no, vete a otro sitio”.
Michael Jordan, en su día, ya eligió tener un ‘last dance’ y Tiger Woods, tras un parón que parecía definitivo, quiso también volver a saborear cómo era eso de sentirse un golfista profesional. Roger Federer fue desapareciendo poco a poco, casi de manera natural, cambiando la hierba de Wimbledon por la de su casa (antes ya se alejó de la tierra y algo del cemento) hasta que un comunicado confirmó su retirada definitiva.
VOLVER A PARÍS PARA LOS JJOO
Ahora, Nadal, a quien le dijeron hace más de 15 años que sus problemas físicos no le iban a permitir tener una carrera muy larga, está comenzando a definir su adiós. Pero, al igual que otras leyendas deportivas, desea escribir él mismo el final. Agradece que tengan homenajes preparados allá por donde camina, pero desea ser él quien diga que ya no va a pisar más por allí. “No sé si es la última vez que estaré aquí. No lo puedo decir al 100%. Espero volver a esta pista para los Juegos Olímpicos, eso me motiva y espero estar bien preparado. Después de los Juegos tengo que ver cómo me encuentro a nivel de motivación, físico y nivel de tenis para ver si tiene sentido seguir jugando”.
No le preocupan los fuegos artificiales o recibir un homenaje más o uno de menos, o hacerlo vestido de corto o, por el contrario, en pantalón largo y camisa dentro de un tiempo. Por ejemplo, parece que así será en el que era su torneo favorito cuando era pequeño: “Es difícil que vaya a Wimbledon. No creo que sea adecuado hacer una transición de hierba a tierra cuando los Juegos son en tierra. No es una idea positiva”.
Como cuando domina a un rival en la pista, Nadal ha marcado el tempo de su retirada. También lo saben rivales como Novak Djokovic, Carlos Alcaraz o la número uno Iga Swiatek, quienes asistieron a su duelo con Zverev pensando que sería la última vez de quien ha logrado tener una estatua en unas instalaciones en las que hace unos años (ya bastantes) recibió abucheos de su público.
“Quiero seguir aunque no sé hasta cuándo”
“Disfruto del deporte, de la competición, me gusta entrenar, me gusta jugar a tenis. Me gusta viajar con mi familia y disfruto de estos momentos que no van a volver. Quiero seguir aunque no sé hasta cuándo”, sentenció Nadal para tratar de expresar el porqué de su deseo de continuar y no ponerse fechas ni objetivos a medio plazo. Hay otro ídolo del deporte en España que también fue objeto de comentarios a cerca de su retirada: el ciclista Alejandro Valverde, un tipo que había conquistado clásicas, el maillot arco iris y que era habitual del ‘top 10’ de las grandes vueltas en la que participaba. Pues bien, Alejandro se retiró a los 42 años precisamente porque hasta ese momento seguía disfrutando de los entrenamientos, las concentraciones… y continuaba haciendo ‘top 10’ en las grandes. ¿Por qué debía retirarse antes? Esta manera de actuar es contraria a la comentada de Toni Kroos y más parecida a la que todavía no se ve de otro ídolo local, el piloto Fernando Alonso, que con 43 años continuará en la élite de la Fórmula 1 o Carlos Sainz (padre) que sigue ganando el Rally Dakar a sus 61 años…
Por mucho ruido que ejerza el exterior, cada estrella traza su propio camino y en lo único que coinciden todas y cada una de las retiradas -habidas y por haber- de las estrellas del deporte es que se han ganado el derecho a decidir cómo y cuándo abandonar. Y Rafa Nadal está en ello.