El poder de Arabia Saudí y sus JJOO en otoño de 2036: inspiración y desenfreno
Víctor García
mayo 27, 2024

Arabia Saudí va por un objetivo sin precedentes para el país asiático: después de la confirmación para ser anfitrión del Mundial de fútbol 2034, quiere organizar por primera vez los Juegos Olímpicos de 2036.  Países de Oriente Próximo y Asia Occidental vivieron en su submundo durante décadas, sin necesidad de mirar lo que pasaba a su alrededor. Su autonomía, su capacidad económica, su cultura, su religión y su visión de la vida eran atributos más que suficientes para gobernar y establecer sus propias prioridades, más aún, eran y son claves para el desarrollo y la economía de los cinco continentes. Pero la globalización marcó un antes y un después para salir de ese ostracismo propio y el deporte no es ajeno a esta nueva realidad. Sus diferentes apuestas atléticas globales han llevado, entre otras cosas, incluso que todo un icono de la historia del deporte -como es Cristiano Ronaldo– resida y juegue allí.

Cuando la croata Kolinda Grabar-Kitarovic, presidenta de la Comisión de Futuras Sedes aseguró estar “satisfecha del número de interesados que asciende a dobles dígitos”, de inmediato, sin dejar espacio a la reflexión, trascendieron algunos países que tienen interés en principio de organizar los Juegos Olímpicos del 2036, sede que se definirá no antes de 2026. En estricto rigor, las ciudades interesadas en ser sedes de los Juegos Olímpicos tienen dos años para cumplir con una propuesta detallada que incluya infraestructura deportiva, alojamiento, transporte, seguridad, sostenibilidad y otros aspectos relevantes, por lo tanto, los candidatos tienen el tiempo necesario para armar una potente presentación que sea viable para las autoridades y votantes del Comité Olímpico Internacional.

A la luz de los últimos acontecimientos y después de que Arabia Saudí fuera ratificada como sede de la Copa del Mundo 2034 por parte de la FIFA, el príncipe heredero, Mohammed Bin Salmán, pidió a sus autoridades locales seguir en esta línea con el deporte e ir por el sueño más grande de todos: postular formalmente a los JJOO de 2036. Sabe el príncipe heredero que la misión es compleja, no tiene historia deportiva a nivel de JJOO, en su palmarés tiene escasas cuatro medallas (dos de plata y dos de bronce). De hecho, se encuentran por debajo de los países pequeños como Singapur o Surinam, por nombrar solo a algunos, que superan a los saudíes en el recuento histórico de preseas.

George Groves en Jeddah. (TGSPhoto/Shutterstock)

DE RIVAL A QATAR… Y EL TERMÓMETRO

Qatar (15 veces menor en población), es su principal rival en el mundo árabe alrededor del Gofo Pérsico, tiene el doble de medallas (8) y dos de oro. Otras de las grandes dificultades es el clima, las altas temperaturas son un impedimento gravitante al momento de la toma de decisión de los votantes para la ciudad sede. Pero, el presidente Thomas Bach, dejó una puerta abierta o muy abierta, señalando “nunca hemos tenido tanto interés por organizar los Juegos, con 12, a veces 16 años de anticipo, por lo que el COI tiene que adaptarse a los desafíos medioambientales y tecnológicos y, tampoco descartamos nuevos escenarios, como unos juegos en otoño (boreal)”.

Sin responder tácitamente el COI, siente que el cambio de estación de los tradicionales Juegos de verano a otoño es una opción absolutamente valida en los nuevos aires del Comité Olímpico Internacional. Pero, hay otro protagonista que sigue en la búsqueda de tener los JJOO del 2036, de hecho, albergó el Mundial de fútbol de 2022: Qatar suena fuerte. Ya estuvo siendo candidata en algún momento para los JJOO que al final se adjudicó Brisbane para 2032.

Nadie desconoce el poderío económico de los países árabes, en particular, de los saudíes. En la última década han entrado fuerte en la elite del deporte de alto rendimiento, sumando competiciones que por tradición era impensado imaginar que podían emigrar a Oriente Próximo. La Liga Saudí, hoy por hoy, se está ganando un espacio más rápido que el fútbol en los Estados Unidos que lleva varias décadas sin despuntar, a pesar de la cobertura mediática que tiene. La LIV Golf o Súper Golf League es otra prueba más de esta democratización universal del golf, además del PGA que tenía la hegemonía de este deporte. En este diverso portafolio de eventos anuales de los saudíes se suma la Fórmula 1, tenis, equitación, boxeo, natación y atletismo

LA CIUDAD FUTURISTA DE NEOM

Sería muy largo de enumerar la cantidad de eventos deportivos que organiza y patrocina Arabia Saudí. Para no ir más lejos, el año 2029 organizará los Juegos Asiáticos en la provincia de Tabuk donde se está construyendo el megaproyecto Neom que incluye una ciudad futurista que promete ser ecológica al alimentarse totalmente por energías renovables y estará a disposición de los juegos. La inversión de NEOM bordea los 500.000 millones de dólares.

Cam Smith y Matt Jones. (Asanka Brendon Ratnayake/Shutterstock)

Mientras desarrollo esta editorial sigo con una discusión interna y valórica, que contrasta con las últimas definiciones del COI con relación a realizar y organizar unos Juegos Olímpicos muchos más austeros y que no pongan en riesgo la estabilidad económica de un país, se apunta con esta decisión a rebajar hasta 80% los costos para los JJOO de Brisbane. Los costos de unos Juegos van de la mano de los intereses que tiene cada ciudad y país sede para albergar la cita olímpica.

¿La realidad económica y de desarrollo juega a favor o en contra de Arabia Saudita? Veamos, si las autoridades del Comité Olímpico Internacional buscan frenar al gigantismo desbordado y desenfrenado, sigue siendo válida su teoría, de ser un ente sin perjuicio que no es su patrimonio económico que está en juego. Pero si un país en su conjunto entiende que es la gran oportunidad para producir transformaciones en una ciudad y que permite un desarrollo en todas sus áreas y, asume debidamente que la inversión se justifica plenamente, el COI no puede decidir sobre los diferentes legados que dejan los JJOO.

EL CLARO EJEMPLO DE BARCELONA

Sólo un dato para complementar este análisis, Barcelona 92 cuando se adjudica los Juegos el 17 de octubre de 1986, asumió un gran desafío como país y ciudad: convertir a Barcelona en la capital del turismo español (España es cada año uno de los tres países más turísticos del mundo) y puso toda la inversión necesaria para ir en busca de ese objetivo. Han pasado casi 22 años y Barcelona es una ciudad cosmopolita, cultural y turística por excelencia, es decir; los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 cumplió plenamente con su misión.

La histórica plata saudí de Tareg Hamedi (i) en Tokio 2020. (Keizo Mori/UPI/Shutterstock)

La intención de Arabia Saudí de postular a los JJOO del 2036 es una opción legitima, con más claros que sobras, la historia deportiva no es determinante en la toma de decisiones de los miembros COI. Estas autoridades -por principio de universalidad- buscan elegir la mejor sede, aun en tiempos de austeridad, infraestructura deportiva para las competiciones que sean cada vez mejor para superar las marcas anteriores.

A poco más de dos años para elegir la sede de los Juegos Olímpicos del 2036, tienen que pasar París 2024, Los Ángeles 2028, Brisbane 2032 y, en 12 años más porque no aspirar a tener unos Juegos en Oriente Próximo y, más todavía no suena descabellado imaginar por primera vez dos ciudades sedes para unos Juegos Arabia Saudí – Qatar, aun cuando el príncipe heredero Mohammed bin Salmán, también conocido como MBS sueña con llevar los Juegos a su país y mostrar al mundo que el deporte es una de sus principales fuentes de inspiración.

Últimas Noticias