El Sena navegable es una postal para el mundo, pero también es protagonista negativo en los Juegos Olímpicos de París 2024 por ser causante de la suspensión, este martes, de las pruebas de triatlón masculino y femenino. La mala calidad de sus aguas atentan contra la salud y la vida de los propios atletas y ningún triatleta ha podido entrenar desde la ceremonia de apertura. De hecho, la única persona que en las últimas semanas ha podido nadar en sus aguas ha sido la alcaldesa Anne Hidalgo, quien quiso presumir con sus brazadas hace casi dos semanas de agua limpia ante los ojos del mundo… y después de invertir 1.400 millones de euros en limpiar su río.
La prueba se ha pospuesto, de momento, a este miércoles por la mañana (mujeres a las 8:00h y hombres a las 10:45h). Este fiasco viene después de que durante muchos meses el Comité Organizador Local, las autoridades de la ciudad de París y el propio presidente francés Emmanuel Macron, dijeran de forma abierta y tajante que el río Sena estaba listo para recibir a los triatletas de la cita de los cinco anillos. Incluso la mencionada alcaldesa, Anne Hidalgo, como buena política quiso desdramatizar la gravedad de las aguas nadando durante unos minutos y asegurando que “las aguas del río Sena están aptas y cumplen con todos los estándares de salubridad. Los enterococos y las heces son del pasado”.
NO HAY PLAN B, HAY HECES Y ENTEROCOCOS
Al parecer, la lluvia del viernes y sábado pasado en París borró de una plumada esta tesis y con ellas volvieron los enterococos, los altos niveles de E.coli y las heces de los parisinos. Algo que, aunque no esté bajo el control del Comité Organizador Local, sí que podía preverse y haber optado por establecer un ‘plan B’ (que no hay). Pero los organizadores -con consulta al ejecutivo- determinaron que el río Sena era la imagen país y no había vuelta atrás. Ya quitó, desafortunadamente, el protagonismo a los atletas en la ceremonia de apertura y ahora está haciendo lo mismo. Al final, los ojos del mundo sí se van a acordar de París 2024 por su río…
En cualquier caso, no deja de sorprender que no hubiese un análisis de años anteriores en fechas similares para hacer un análisis ante las consecuencias por el aumento de caudal y la lluvia y, por otro lado, de los agentes contaminantes que son de conocimiento público. Da la sensación de que las autoridades francesas han jugado al límite al incorporar una competición deportiva en el Sena. Que les importa poco la connotación negativa que tiene nadar en esas aguas sucias, de un color verde con tintes de color más opaco, como denunciando por aquí no puedes pasar, está prohibido entrar, está prohibido sumergirte y poner en riesgo la vida de cualquier persona. La víctima es el triatlón, un deporte internacional, practicado en los cinco continentes y cuya federación internacional, World Triathlon, poco puede hacer ahora una vez que aceptó en su día tener su prueba de natación por el Sena y también aceptar la ausencia de un ‘plan B’.
EL COI ALZÓ LA VOZ
Da la sensación de que a la clase política francesa poco o nada le importa los daños colaterales en relación con el fin superior que tienen los Juegos Olímpicos de París 2024, que no es otro que mostrar todo lo que te permita la tolerancia humana, aún poniendo en riesgo a atletas olímpicos, porque son ellos quienes entran a nadar y a correr el inminente riesgo de contagiarse con alguna bacteria. De hecho, en los últimos días varios dirigentes, entrenadores y atletas han cuestionado abiertamente las pésimas condiciones del río Sena, al extremo que los organizadores han tenido que suspender los entrenamientos previos a la competencia, porque es de tal gravedad que hasta el propio Comité Olímpico Internacional alzó la voz y pidió resolver considerando siempre el bienestar y la salud de los triatletas.
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Algunos países amenazaron con retirar a sus deportistas porque consideran que el río Sena los pone en riesgo, además de producir una parada en su objetivo de entrenar y alcanzar su punto más alto técnicamente. Ahora bien, nadie se preocupa en lo más mínimo de las condiciones que debe tener básicamente un triatleta para competir, porque el comportamiento del agua no va a cambiar abruptamente en 24, 48 ó 72 horas. Sin embargo, sí pones en riesgo un ciclo olímpico, donde los detalles y los entrenamientos silenciosos te pasan la cuenta y puedes perder en un abrir y cerrar de ojos el trabajo de cuatro años sin mediar alguna explicación por parte de los organizadores.
Los trastornos deportivos que se ha generado por el uso y abuso del río Sena y sus 1.400 millones de euros invertidos para nada, quedarán como un capítulo amargo de estos Juegos Olímpicos París 2024. Los más serios aspiran a que prime la cordura y el sentido común en la toma de decisiones no sólo para este evento masculino y femenino, también para futuros eventos, porque en esta ocasión los grandes perjudicados son los atletas, quienes llegaron con la ilusión de competir en un escenario único como es el río Sena y, al final, ha sido un verdadero tormento y una encrucijada para los propios organizadores de los Juegos Olímpicos París 2024.
Un último dato, sólo en descontaminar el río Sena se invirtió 1.400 millones de euros. En seguridad han superado los 1.500 millones de euros, sólo en estos dos ítems suman 2.900 millones de euros y queda la sensación -a la luz de los hechos- que estos Juegos Olímpicos de París 2024 ya no serán los más austeros y peleará con Londres costes muy similares, sobre los 15.000 millones de euros. Un fiasco.
— World Triathlon (@worldtriathlon) July 30, 2024