El mundo del ciclismo ha recibido con asombro la decisión de Caleb Ewan, uno de los grandes velocistas de su generación, de retirarse de la competencia profesional. El australiano de 30 años, célebre por sus explosivos remates en etapas planas, anunció la noticia a través de sus redes sociales, cerrando una carrera de más de una década marcada por triunfos memorables, pero también por episodios difíciles que terminaron afectando su relación con el deporte.
A pesar de haber logrado un prometedor regreso en 2025 con el equipo Ineos Grenadiers, donde volvió a saborear la victoria, Ewan reconoció que esa chispa interna que lo impulsaba ya no era la misma. Su abrupta y conflictiva salida del equipo Jayco AlUla, sumada a un periodo de lesiones y altibajos desde 2021, marcaron un punto de inflexión en su trayectoria y en su motivación para seguir compitiendo.
De la gloria en las Grandes Vueltas al adiós anticipado
Caleb Ewan irrumpió con fuerza en el ciclismo internacional con su característico estilo de sprint bajo y potente, cosechando cinco victorias de etapa en el Tour de Francia y otras cinco en el Giro de Italia. En 2021, cuando aspiraba a ganar etapas en las tres Grandes Vueltas, una caída en el Tour que le fracturó la clavícula truncó su progresión. Aunque volvió a competir semanas después, nunca logró recuperar del todo su mejor nivel, y sus pasos por Lotto Dstny y Jayco AlUla estuvieron marcados por la inestabilidad.
Su última etapa con Ineos Grenadiers parecía una historia de redención: volvió a ganar carreras y a sentirse competitivo. Sin embargo, como él mismo expresó, “incluso cuando crucé la meta primero, esa sensación se desvaneció más rápido que antes”. Consciente de que lo que antes lo llenaba ya no lo hacía, Ewan optó por retirarse agradecido y en sus propios términos, destacando el apoyo de su familia y su entorno cercano. Así, se despide uno de los grandes referentes del ciclismo australiano de la última década.