La imagen de la rumana Ana Barbosu pasando de la alegría a la tristeza en cuestión de segundos, mientras miraba en el marcador de las alturas que su bronce sería entregado a la estadounidense Jordan Chiles dio la vuelta al mundo. En aquella oportunidad, en medio de la gimnasia de los Juegos Olímpicos de París 2024, un nuevo conteo de los puntos pedido por el Team USA subía al podio a Chiles y bajaba a Barbosu a un doloroso cuarto lugar.
La decepción de Barbosu y el posterior llanto emocionado en los brazos de Simone Biles por parte de Chiles quedaba en la memoria de los pasados Juegos. Sin embargo, todo aquello fue revertido por el TAS tras el reclamo presentado por la delegación rumana, acusando que Estados Unidos pidió la revisión un minuto después de que terminara el tiempo reglamentario para apelar. El Tribunal de Arbitraje Deportivo le dio la razón al equipo de Barbosu y resolvió quitarle el bronce esta vez a Chiles.
Debido a lo anterior, la estadounidense se quedó finalmente sin la medalla y publicó un sentido mensaje en el que manifestó sentirse perjudicada ante una decisión que «se siente injusta». En sus redes sociales, la gimnasta expresó: «No tengo palabras. Esta decisión se siente injusta y es un golpe significativo no solo para mí sino para todos los que han luchado por mi viaje«.
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«Ahora me enfrento a uno de los momentos más desafiantes de mi carrera. Créanme cuando digo que he tenido muchos. Abordaré este desafío como he hecho con otros y me esforzaré al máximo para asegurar que se haga justicia. Creo que al final de este viaje, la gente en control hará lo correcto», añadió la estadounidense.
El podio en la gimnasia de suelo, finalmente, quedó compuesto por la la brasileña Rebeca Andrade y la leyenda Simone Biles.