Documentos judiciales han arrojado luz esta semana sobre el caso de apuestas deportivas que involucra al exjugador de los Toronto Raptors, Jontay Porter. Según los informes, Porter envió mensajes a presuntos cómplices mientras jugaba un partido oficial de la NBA contra los Memphis Grizzlies el 22 de enero de 2024. En uno de los textos, tras sufrir una lesión ocular, Porter escribió: «No sé si voy a jugar mucho más. No empezaré la segunda mitad. Pero si es tiempo basura, tiraré un millón de tiros«.
Este mensaje fue parte de las pruebas presentadas tras el arresto de Shane Hennen, de 39 años, en Las Vegas, cuando intentaba abordar un vuelo hacia Colombia. Hennen, el sexto acusado en este caso, llevaba consigo varios teléfonos móviles y 10.000 dólares en efectivo en el momento de su detención.
PORTER, VETADO DE LA NBA
Porter, quien se declaró culpable en julio de conspiración para cometer fraude electrónico, se enfrenta una posible pena de hasta 20 años de prisión. Fue expulsado de por vida de la NBA tras su declaración. Según los documentos judiciales, Porter también proporcionó información privilegiada para un partido del 20 de marzo, asegurando a sus cómplices que se retiraría del encuentro debido a su lesión ocular.
Uno de los mensajes enviados por Porter a un co-conspirador fue reenviado a Hennen días después del partido contra los Grizzlies, detallando cómo limitaría su rendimiento en el encuentro para favorecer las apuestas. «Apostad por las cifras bajas. Sin bloqueos, sin robos. Voy a jugar 2-3 minutos desde el banquillo y luego diré que mi ojo me está matando de nuevo», especificaba el mensaje.
IMPLICACIONES LEGALES Y REPUTACIÓN EN JUEGO
Los documentos judiciales no identifican directamente a Porter, refiriéndose a él únicamente como «NBA Player 1». Sin embargo, el contexto y la información coinciden con su caso, especialmente después de que se confirmara su declaración de culpabilidad. Este caso destaca los riesgos asociados con el uso de información privilegiada en las apuestas deportivas, un problema que sigue siendo un desafío para las ligas deportivas.
Con su sentencia -programada para el 20 de mayo-, Porter se enfrenta a consecuencias legales y un impacto imborrable en su reputación personal y profesional.