La carrera presidencial del COI: las respuestas que estuvieron bajo el foco
Farzad Youshanlou
enero 31, 2025

Aunque limitada, la oportunidad de que los siete candidatos que aspiran a la presidencia del Comité Olímpico Internacional interactúen con periodistas de importantes medios globales es bien recibida. Sin embargo, el COI no ha realizado esfuerzos significativos para eliminar las barreras que limitan estas sesiones de preguntas y respuestas—barreras que, si se eliminaran, ofrecerían a los atletas y a la comunidad deportiva en general una mejor visión de los procesos de toma de decisiones de la organización.

Lo que es innegable, sin embargo, es que la tecnología avanza rápidamente. En particular, el auge de las redes sociales ha intensificado las demandas de mayor transparencia por parte de los responsables del COI. Esta demanda seguirá creciendo.

Los días en que se podía permanecer en los pasillos del poder, a salvo del escrutinio, están quedando atrás. En momentos cruciales de la historia, los líderes deben dar un paso al frente, responder por sus decisiones y asumir la responsabilidad de las mismas.

Los siete candidatos coincidieron en el mismo principio: la planificación futura de los Juegos Olímpicos debe poner a los atletas en su núcleo. En este sentido, su retórica refleja estrechamente la de los presidentes pasados y presentes del COI. Sin embargo, la verdadera pregunta sigue siendo: ¿qué tan viable es esta visión centrada en el atleta en la práctica? Esta cuestión exige un examen riguroso.

LAS RESPUESTAS FUERON POCO CLARAS

Algunos candidatos incluso hablaron de la posibilidad de organizar los Juegos Olímpicos en África. Sin embargo, sin planes de desarrollo estructurados a medio plazo que eleven los estándares deportivos del continente, tales ambiciones corren el riesgo de quedarse en meras declaraciones de intenciones. Los Juegos de Río 2016 son un claro ejemplo de ello: un evento que, al ser analizado en profundidad, se revela como un cúmulo de fallos.

Los retos que enfrenta el Comité Olímpico Internacional surgieron como uno de los temas más acuciantes en el debate. Mientras algunos candidatos, cautelosos de su posición, evitaron dar respuestas concretas, otros—ex atletas de élite que han transitado del podio olímpico a la dirigencia con trayectorias intachables—ofrecieron una visión más amplia. Coincidieron en que estos desafíos no son exclusivos del COI, sino que afectan a todas las organizaciones y federaciones deportivas. Para superarlos, subrayaron la necesidad de un cambio profundo y transformador. En sus respuestas, destacaron especialmente el papel de los Comités Olímpicos Nacionales y otros socios clave del Movimiento Olímpico.

La cuestión de las sanciones contra los atletas rusos volvió a estar sobre la mesa. Las respuestas oscilaron entre el apoyo a una prohibición total y la necesidad de encontrar mecanismos más equilibrados para abordar situaciones de este tipo. También se repitió la habitual retórica sobre la unidad, que en esta ocasión pareció más un eslogan político que una solución real.

Los periodistas no dejaron pasar la oportunidad de cuestionar a los candidatos sobre la igualdad de género y la polémica en torno al trato recibido por los boxeadores en los Juegos Olímpicos de París 2024. No obstante, salvo el actual presidente de World Athletics, nadie asumió la responsabilidad por lo sucedido, a pesar de que este episodio es considerado uno de los mayores fracasos de la presidencia de Thomas Bach. También se abordaron el dopaje sistemático en el deporte, la falta de una respuesta contundente por parte del COI y la retirada de Estados Unidos de la WADA, pero, una vez más, las respuestas fueron evasivas.

De todo este proceso, dos candidatos destacaron sobre el resto. Sus intervenciones no solo reflejaron templanza y prudencia, sino también un conocimiento profundo y holístico de los desafíos del ciclo olímpico. Pero el COI no necesita meros administradores ni una continuidad de la realidad actual. Lo que el Movimiento Olímpico exige con urgencia es renovación: una visión clara, experiencia y el liderazgo necesario para llevar a cabo las reformas imprescindibles.

Ese es el dilema que los miembros del COI deberán resolver el próximo marzo cuando elijan a su nuevo presidente. El futuro del Movimiento Olímpico dependerá de su decisión. A medida que la carrera presidencial se define, SportsIn publicará próximamente un análisis detallado sobre los principales candidatos y sus posturas.

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