La metodología de huella de carbono de los Juegos Olímpicos o el compromiso con la sostenibilidad
SportsIn
abril 22, 2025

Los Juegos Olímpicos reúnen a atletas y espectadores de todo el mundo, mostrando el potencial humano y la unidad global. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) busca garantizar que este evento se lleve a cabo de manera responsable, minimizando su impacto ambiental. Para ello, el COI desarrolló la Metodología de Huella de Carbono de los Juegos Olímpicos, una herramienta clave para medir y reducir las emisiones asociadas al evento.

Esta metodología, publicada por primera vez en 2018 y actualizada en 2024, proporciona un enfoque estructurado y transparente para calcular las emisiones y encontrar oportunidades para reducir el impacto ambiental de los Juegos.

¿Qué es la Metodología de Huella de Carbono de los Juegos Olímpicos?

La Metodología de Huella de Carbono de los Juegos Olímpicos es un conjunto de directrices que ayuda a los organizadores a medir, reportar y gestionar las emisiones relacionadas con la organización de los Juegos. Incluye actividades como la construcción de sedes, transporte, consumo de energía, materiales y operaciones como catering y gestión de residuos.

Basada en estándares internacionales como ISO 14064 y el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, la metodología asegura que las emisiones se midan de acuerdo con las mejores prácticas, adaptándose al contexto local de cada edición de los Juegos.

¿Qué emisiones se incluyen y cuáles no?

La metodología distingue entre emisiones directamente relacionadas con los Juegos y aquellas que forman parte de desarrollos más amplios. Por ejemplo, si se construye un estadio específicamente para los Juegos, sus emisiones se incluyen. Sin embargo, si una mejora en el transporte público ya estaba planificada antes de la elección de la sede, sus emisiones no se cuentan, incluso si beneficia a los espectadores olímpicos.

Este enfoque garantiza transparencia y consistencia al definir el alcance de la huella de carbono, evitando que los organizadores excluyan selectivamente emisiones para mejorar sus cifras.

¿Cómo se calculan las emisiones del transporte de espectadores?

Las emisiones indirectas, como las del transporte de espectadores, están incluidas en la huella de carbono de los Juegos. Estas se calculan en función del número de personas que viajan a la región anfitriona, su medio de transporte (avión, tren, coche, etc.) y la distancia recorrida. Los datos de tickets, encuestas y modelos de demanda de transporte ayudan a estimar estas emisiones.

Además, los organizadores son incentivados a ofrecer opciones de transporte sostenible, como mejoras en el transporte público o estrategias de boletos que promuevan viajes de bajo carbono.

Infraestructura permanente y emisiones

Las emisiones de infraestructuras permanentes se incluyen solo si estas fueron construidas específicamente para los Juegos. Si un edificio ya estaba planeado antes de la elección de la sede, sus emisiones no se cuentan. En el caso de mejoras permanentes, las emisiones relacionadas con dichas actualizaciones sí se incluyen, reconociendo al mismo tiempo los beneficios a largo plazo, como el transporte público mejorado o nuevas viviendas.

¿Qué sucede con las emisiones de equipos alquilados?

Los equipos alquilados tienen sus emisiones contabilizadas de manera proporcional a su vida útil. Por ejemplo, si un equipo temporal se utiliza durante un año en los Juegos y tiene una vida útil de cinco años, solo una quinta parte de sus emisiones se asigna al evento. Este enfoque fomenta el uso de soluciones temporales en lugar de nuevas adquisiciones.

Transformaciones posteriores a los Juegos

La metodología también aborda las transformaciones posteriores a los Juegos. Las estructuras temporales que se desmontan después del evento se incluyen en la huella de carbono, mientras que las transformaciones a largo plazo, como la conversión de una Villa Olímpica en viviendas, no se cuentan, ya que son lideradas por los futuros propietarios.

Actualización de la metodología

El COI revisa y actualiza la metodología para adaptarse a los avances en la lucha contra el cambio climático. La versión actual incorpora lecciones aprendidas de ediciones recientes como París 2024 y Los Ángeles 2028, asegurando que los Juegos Olímpicos sigan evolucionando hacia un evento más sostenible y con beneficios duraderos para las ciudades anfitrionas.

Últimas Noticias