La taekwondista chilena Fernanda Aguirre se ha clasificado por segunda vez a unos juegos olímpicos, París la espera ahora sí en la Villa Olímpica. Porque el drama la marcó en Tokio, el COVID 19 y su PCR positivo la aisló inmediatamente a una residencia sanitaria por dos semanas, dejándola en una lúgubre habitación de 9 metros cuadrados la cual fue testigo de los momentos más críticos y oscuros de su vida deportiva y personal.
SportsIn conversa con Fernanda Aguirre, quien se encuentra en España haciendo su concentración para luego viajar a competir a los Juegos Olímpicos. En la quietud de la noche madrileña responde nuestras preguntas a corazón abierto.
Fernanda, recordar el pasado siempre ayuda para enfrentar de mejor manera el presente y el futuro.¿Cuéntanos cómo fue el episodio y el tormento de los Juegos Olímpicos de Tokio?
El episodio de Tokio fue horrible, algo que obviamente no esperaba que pasara. Me sentí muy triste, se me destrozó el corazón en ese momento, la verdad que me costó mucho superar eso, quedé con varias secuelas, además de un gran vacío. Sentía que no era la misma, pero seguí dándole como una deportista resiliente después de una gran derrota tienes que ponerte de pie y dar vuelta la página.
¿En qué pensaste en esos días de encierro obligado por el Covid19? ¿En algún momento pasó por tu cabeza dejar el deporte?
Sí, pensé mucho en dejarlo, sentía que estaba pasando por un duelo y tenías muchos pensamientos negativos con respecto al deporte, decía por qué yo, invertí tanto esfuerzo y sacrificio, preparándome toda la vida para una competición como son los juegos olímpicos, no lo pude entender y tampoco digerir en esos días de encierro y estar aislados de todos.
Fernanda, ¿cómo lograste levantarte en estos 3 años y reinventarte para seguir en el más alto nivel?
No fue fácil, pero di vuelta la página. Después de Tokio llegué a casa, estuve un periodo en modo reflexión y luego volví a entrenar igual que siempre. Ahora, la verdad que volver a unos nuevos juegos, quizás era impensado, pero creía y en otras ocasiones no creía, era todo difuso. En esa misma época mi entrenador, José Zapata, fue un pilar fundamental tanto en el entrenamiento diario del taekwondo como en mentalizarme para buscar una nueva clasificación a los juegos de París.
Eres una deportista que no escatima esfuerzos para entrenar y competir. ¿Cuáles son tus fortalezas como atleta y los atributos que ven en ti, además de la perseverancia?
Entre mis fortalezas tengo la perseverancia y la resiliencia, siempre quiero ir por más. También aprender de las derrotas, a pesar de la decepción del momento, te deja siempre una enseñanza. Me apasiona mucho lo que hago porque en lo técnico y táctico soy rápida y eso en este deporte es muy valioso.
Fernanda, vamos a conocer un poco más de ti. Cuéntanos de la familia, de tú entorno más cercano
Lo primero son mis padres. Han sido un pilar fundamental en mi vida deportiva y personal. Sin ellos hubiese sido poco probable salir de ese hoyo tan oscuro, como doloroso, por lo mismo, mis padres y hermanos se volcaron a mí, desde un abrazo o un te quiero, hasta acompañarte en el silencio. En cuanto a mis hermanos, cada uno se desenvuelve profesionalmente sin dejar de lado el deporte, quizás no como lo hago yo, pero les gusta y, al final, la suma de estas pasiones te lleva a creer con más convicción que nunca que estás en el camino correcto y del cual te sientes orgullosa a pesar de las complicaciones que me ha tocado vivir.
Con el corazón en la mano, ¿te imaginaste que volverías nuevamente a unos JJOO y de lo que significa llegar a competir a París?
Mientras estuve en la soledad de Tokio en esa habitación lúgubre y tan pequeña pasaron muchos pensamientos: desde el retiro, hasta darme un tiempo para buscar más explicaciones a lo que me había pasado, pero entendí que las cosas pasan por algo y el Covid19 fue un alto en mi carrera deportiva, porque yo perdí unos JJOO, pero hubo millones de personas que perdieron la vida. No puedo dejar de decirte que fue difícil, pero para un atleta de taekwondo caerse y volver a pararse es una tarea casi diaria.
¿Cómo te imaginas estos Juegos Olímpicos de París cuando entres al tatami y veas que estás en París?
Me imagino estos juegos como los míos. Los que me dan una oportunidad para competir, pelear cada round como si fuera el último, el más importante, no dejar nada guardado, sacar todo de mí. También sentir el apoyo y la presencia de mi familia en esa ciudad tan hermosa y cautivante. Tengo motivos para celebrar y también para agradecer a mis entrenadores, al equipo que ha trabajado para llegar a este momento, sin ellos, nada sería posible.
¿A qué aspiras como deportista de taekwondo? ¿A dónde quieres llegar en el futuro próximo?
Me encantaría sacar una medalla olímpica en mi deporte, ganar un mundial, eso para mi es lo máximo y trabajo duro y a diario para eso. Y, a futuro, ejercer mi carrera como entrenadora, me veo entrenando y enseñando mi deporte. Quiero traspasar mis experiencias a los más jóvenes, sin olvidar que estamos formando personas y entregando valores a través del deporte.
¿Qué mensaje le dejas a tú país, Chile, al llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024?
Los invito a soñar en grande, que los sueños se cumplen, que cuesta mucho, que hay obstáculos que pasar, no tengas miedo en caerte una y otra vez, ser paciente en la adversidad, mirar con respeto y humildad al oponente, independiente que siempre irás en busca del triunfo, pero para llegar a ese momento que es breve para lo que trabajas toda la vida, sólo te invito a disfrutarlo y atesorarlo como si fuera siempre el último.
La vida de Fernanda Aguirre es una oda a la superación, esta deportista de voz frágil y suave, que tiene atributos deportivos y personales para compartir con otros jóvenes que la vida les truncó sus sueños, va a París a mostrarle al mundo que nada es imposible, a pesar de los golpes que le dio la vida, porque a través de esos golpes forjó su espíritu de superación para llegar cada vez más lejos. Tokio es pasado, París es su próxima estación olímpica.