Sebastian Coe, quien fuera doble oro olímpico en 1.500 metros y que ha ocupado cargos como presidente del Comité Organizador de Londres 2012 y de World Athletics, es uno de los principales candidatos a la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI) en las elecciones previstas para marzo de 2025. Con una larga trayectoria tanto dentro como fuera de las pistas, Coe ha dedicado su vida al deporte, un compromiso que ahora quiere llevar al máximo órgano olímpico. En una reciente entrevista con SportsIn, Coe halagó el trabajo que deja Thomas Bach y expuso sus ideas, motivaciones y desafíos que observa para el futuro de los Juegos Olímpicos, abordando temas que van desde el empoderamiento de los atletas hasta su postura sobre la inclusión y la transparencia en el COI.
El británico, de 68 años, es el candidato con mayor edad en estas elecciones, un aspecto que defiende como una ventaja que aporta sabiduría y experiencia. Con forme a su visión, amplia experiencia y éxito allá por donde ha pasado, Coe se muestra decidido a modernizar ciertos aspectos del movimiento olímpico, a fortalecer la estructura organizativa del COI y a mantener el enfoque en la excelencia deportiva, los valores que considera fundamentales para preservar el espíritu de los Juegos Olímpicos. A continuación muestro un resumen de las conclusiones aprendidas tras sus respuestas:
1. Coe defiende la experiencia y energía que aporta la edad (pese a las reglas del COI)
Coe sostiene que los límites de edad del COI, aunque respetables, no son adecuados en el contexto de una organización global como esta. Asegura que la experiencia y la capacidad de liderazgo no deberían estar ligadas a una cifra, sino al compromiso, la energía y el conocimiento que cada candidato trae consigo. Para él, «la edad viene acompañada de experiencia», y su trayectoria en el deporte olímpico, desde su época como atleta hasta sus años en la gestión deportiva, le han dotado de una perspectiva integral. Coe explica que el olimpismo ha sido parte central de su vida desde su juventud y que, si bien ha trabajado en diversas áreas, su pasión por el deporte no ha disminuido. «Estoy listo para poner todo eso en práctica como presidente», sostiene, mostrando una clara convicción en que su edad es una fortaleza y no un obstáculo.
2. Empoderamiento de atletas, federaciones y comités nacionales, clave para la sostenibilidad del COI
Uno de los puntos más destacados de su visión para el futuro es el empoderamiento de los miembros del COI, los atletas y las federaciones. Coe argumenta que, si se espera que estos actores tomen responsabilidad y contribuyan activamente al desarrollo del olimpismo, se les debe otorgar mayor voz y participación en las decisiones. Defiende la necesidad de darles un «papel significativo» en la construcción del futuro de los Juegos Olímpicos. Para Coe, esto no solo es esencial para la sostenibilidad de la organización, sino también para asegurar el bienestar de los deportistas, quienes deberían poder centrarse en su rendimiento sin enfrentar cargas económicas injustas. A largo plazo, desea que el COI y sus Juegos Olímpicos se mantengan como el evento deportivo más importante del mundo, promoviendo una experiencia que inspire a las futuras generaciones y atraiga la atención de nuevos aficionados.
3. Liderazgo firme en temas de igualdad, transparencia y tolerancia cero frente al dopaje
Otro aspecto en el que Coe deja clara su postura es la protección de la categoría femenina en el deporte, y se muestra firme en mantener su integridad. Según él, la inclusión debe estar alineada con la justicia deportiva, por lo que defiende la necesidad de regulaciones claras que eviten confusión entre los diferentes actores del movimiento olímpico. En cuanto al dopaje, Coe, quien ha implementado un enfoque de tolerancia cero en World Athletics, considera que este principio debe aplicarse a todas las disciplinas olímpicas. Propone intensificar los controles basados en «inteligencia y análisis», convencido de que la credibilidad del COI depende de su transparencia y de su capacidad para proteger la salud y el bienestar de los deportistas. En este sentido, Coe enfatiza que la integridad del deporte debe ser la prioridad en todo momento, y que el COI debe redoblar sus esfuerzos para asegurar que el espíritu olímpico no se vea empañado por el uso de sustancias prohibidas.
En definitiva, Sebastian Coe confía en su experiencia en administración deportiva y su compromiso con los valores olímpicos. Este motor lo posicionan como un candidato sólido para liderar el COI, con una visión que busca incluir a todos los actores del movimiento olímpico y poner el foco en la excelencia y la transparencia. Así es como Coe espera lograr una organización adaptada a las necesidades del deporte en el siglo XXI.