El estadounidense Scottie Scheffler es la segunda chaqueta verde que viste. El bicampeón del Masters de Augusta, uno de los torneos más prestigiosos de cualquier deporte a nivel mundial, es un tipo tranquilo, de 27, profundamente creyente y practicante y que en breve verá cómo el deporte que se le da tan bien, el golf, pasa a ocupar una parte menos importante de su vida. En breve será papá.

El actual número 1 de golf acaba de embolsarse 3,6 millones de dólares con su victoria en Augusta y la incógnita de qué hará a partir de ahora le rodea. Siempre ha reconocido que el golf, aunque se le de extraordinariamente bien, no ha sido nunca su prioridad, y sí el de ser una persona amable, formarse académicamente y estar rodeado de su familia el máximo tiempo posible. Ahora, con su mujer embarazada de 8 meses, él mismo ha declarado que su deporte favorito ocupará un lugar más atrás en su mencionada cadena de prioridades.

LA EXCEPCIÓN CON EL TELÉFONO MÓVIL

De hecho, la organización realizó una excepción con él permitiendo que un miembro de su equipo portara un teléfono móvil (prohibidos en el campo de juego) por si su mujer se ponía de parto. Él ya había advertido que si eso ocurría, abandonaría el torneo.

Conoció a su actual caddie, Ted Scott, en un grupo de estudio sobre la Biblia, y hacia él se fue justo tras el momento de ganar su segundo Masters. A quienes le conocen no le extrañó ese gesto de compañerismo y humildad de repartir gloria, a quien no le conocía, ya saben cómo es este corpulento atleta de 1,88m y 92 kilos.