El Campeonato Nacional de Atletismo en Perth ha sido escenario de un hito histórico para el atletismo australiano juvenil. La velocista Leah O’Brien, de apenas 17 años, batió el récord de los 100 metros sub-18 femeninos que ostentaba desde 1968 la legendaria Raelene Boyle, con un tiempo de 11.14 segundos. La marca, establecida durante los Juegos Olímpicos de México hace 57 años, parecía intocable hasta que O’Brien cruzó la meta en una actuación que sorprendió incluso a la propia atleta.
Este logro no solo simboliza el resurgimiento del sprint en Australia, sino que posiciona a O’Brien como una de las grandes promesas de cara a los Juegos Olímpicos de Brisbane 2032. “Esperaba tal vez hacer 11.3 en la final, pero estoy muy feliz porque he estado trabajando muy duro para esto”, confesó la estudiante de secundaria, quien el sábado anterior ya había ganado el título nacional sub-18 en los 200 metros frente a su familia y amigos.
Ver esta publicación en Instagram
Una nueva generación de velocistas
El tiempo de Leah O’Brien la ubica como la novena mejor marca mundial de todos los tiempos en la categoría sub-18 y la cuarta en la lista absoluta australiana. Su rendimiento, a la par de atletas del nivel de Torrie Lewis —actual plusmarquista nacional con 11.10 segundos—, es una muestra del talento emergente que está revolucionando el atletismo australiano. Además de O’Brien, nombres como Gout Gout —quien rompió el récord nacional de Peter Norman en los 200 metros— y Lachie Kennedy —plata en los 60 m del Mundial en pista cubierta— completan una camada que ya da qué hablar.
O’Brien, que admira profundamente a figuras como Lewis y Bree Masters, competirá este viernes en los 100 metros abiertos frente a algunas de las mejores velocistas del país. Su irrupción es reflejo de una generación con hambre de gloria y con la mirada fija en Brisbane 2032. “Creo que realmente he dado a conocer mi nombre y espero poder competir por los equipos en el futuro”, aseguró tras su hazaña. Con actuaciones como esta, Australia parece estar sembrando las semillas de una nueva era dorada en el sprint.