Sábado 27 de junio y los ojos de París 2024 estaban puestos, entre otros deportes, en el tenis de mesa. El día después de la inauguración llegaba con potencia y varias disciplinas empezando. Las historias, además, de esfuerzo y superación de grandes deportistas se iban dando a conocer. Y una de ellas fue la de Zhiying Zeng, quien a sus 58 años debutaba en el tenis de mesa de los Juegos Olímpicos y lo hacía representando a otro país del que la vio nacer. La desde ahora llamada «Tania Zeng«, china de nacimiento y chilena por migración, le demostraba al mundo que nunca es tarde para cumplir los sueños.
Zeng se dedicaba al tenis de mesa en China, hasta que hace 35 años tuvo que migrar miles de kilómetros rumbo Sudamérica. Fue su elección, pues un antiguo entrenador le contó de un club en Arica que la pudiera acoger. Llegó al norte del país, donde el desierto y los terrenos áridos se contraponen a la selvática vida del sur chileno. Cuenta que le llamó la atención, que no sabía a dónde fue a parar. Era distinta la cultura, también el lenguaje y las costumbres. Pero ella fue sobreviviendo.
Hija de un padre ingeniero industrial y de una madre entrenadora de tenis de mesa es que se fue acercando al deporte. A los 9 años comenzó a practicarlo y a los 12 ya competía con adultos como toda una profesional, pero su vida cambió cuando debió partir a Chile. Pasaron los años y bajó el puente quedó su amor por el tenis de mesa. Eso sí, pausado pues cuando la pandemia del Covid 19 azotó al mundo, fue la oportunidad de reencontrarse con el deporte que siempre amó.
En Chile se dedicó a la venta de muebles, hasta que hace cuatro años fue descubierta y fue pasando selectivos hasta llegar a la selección chilena. A esa altura de su vida, ya contaba con la nacionalidad y podría representar al Team Chile. Pese a que ya estaba dentro del circuito nacional de tenis de mesa, su mayor reconocimiento se dio en 2023, cuando todo el país la conoció en los Juegos Panamericanos de Santiago, cuando fue la deportista de mayor edad de la delegación local y llamó la atención por su carisma y buen rendimiento, pues se colgó el bronce con el equipo femenino. Ahí se ganó el apodo de «Tía Tania», con la que cariñosamente la conocen en Chile.
Semanas antes de los Juegos Olímpicos de París 2024, Tania vería cumplirse su mayor sueño. Aunque lejos de su país natal, decidió representar a la nación que la acogió y participar en la cita deportiva más importante del mundo. Su debut fue difícil y cayó en primera ronda ante la libanesa Mariana Sahakian. «Estoy orgullosa de ser chilena, pido perdón por no haber ganado hoy», dijo Zeng tocando el corazón de todos los chilenos.
«La sensación de estar aquí, junto con mi familia, ya está todo ganado. Estoy muy feliz y contenta, emocionada en la cancha y también por el cariño de la gente», añadió la tenismesista que cautivó al mundo. Perdió en primera ronda, pero se ganó el corazón de los espectadores y entregó una de las historias más cautivantes de lo que va de Juegos Olímpicos. No por nada fue la más requerida en zona de prensa tras la competencia. Y aunque tiene 58 años, el retiro aún no es opción. ¿La veremos en Los Angeles 2028? Habrá que esperar. Lo cierto es que la china que decidió competir por Chile dio el ejemplo de que nunca es tarde para soñar.
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