Arabia Saudí, como posible anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA 2034, ha dado pasos significativos para consolidar su posición como un centro global de deportes. Este evento representa una oportunidad de oro para mostrar los avances en infraestructura, capacidades de gestión e importantes inversiones en deportes y turismo.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación anunciará su decisión final sobre la selección del anfitrión de la Copa Mundial 2034 el 11 de diciembre de 2024. Arabia Saudí sigue siendo el único país que ha presentado oficialmente su candidatura, tras la retirada de Australia en octubre de 2023. Esta candidatura sin competencia refleja la planificación estratégica del país árabe y su alineación con la política de rotación regional de la FIFA, que se centra en Asia y Oceanía para el torneo de 2034. Esta propuesta también forma parte de su Visión 2030, destinada a transformar la nación en un destino global para deportes, turismo y cultura.
Arabia Saudí ha lanzado un programa extenso para desarrollar infraestructura deportiva y construir nuevos estadios que cumplan con estándares internacionales. Este proyecto incluye 15 estadios en cinco ciudades principales del país, siendo Riad, la capital, la que lidera con ocho sedes. Entre los proyectos destacados se encuentra el Estadio Internacional Rey Salmán, con una capacidad para 92.000 espectadores. Este estadio no solo albergará los partidos de apertura y final del torneo, sino que también servirá como sede principal del equipo nacional saudí. Los diseños de los estadios combinan innovación con inspiración en la cultura y arquitectura local. El uso de tecnologías avanzadas para cumplir con los estándares ambientales y adoptar la sostenibilidad refleja el compromiso de dicha nación con la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
ATRACCIÓN TURÍSTICA E INGRESOS COMO ANFITRIÓN
Se proyecta que los beneficios económicos de albergar la Copa Mundial de la FIFA serán significativos. Los analistas estiman que el evento podría generar miles de millones de dólares en ingresos, con aumentos sustanciales en el turismo, la infraestructura y la inversión extranjera. Arabia Saudí espera atraer a millones de visitantes, avanzando aún más en su objetivo de diversificar su economía más allá del petróleo. Además, el evento crearía miles de empleos, particularmente en construcción, hospitalidad y gestión de eventos.
Además del desarrollo de infraestructura, se han llevado a cabo reformas sociales y legales significativas en los últimos años bajo el liderazgo del Su Alteza el Príncipe Fahad bin Jalawi Al Saud. Estas reformas han desempeñado un papel clave en la promoción de un entorno social y económico más abierto. Uno de los cambios más destacados ha sido el progreso en los derechos de las mujeres. Arabia Saudí ha eliminado restricciones anteriores, permitiendo a las mujeres conducir, viajar sin un tutor masculino y acceder a oportunidades educativas y profesionales en igualdad de condiciones. La participación de las mujeres en deportes y actividades sociales también ha aumentado significativamente.
Por primera vez, las mujeres saudíes ahora pueden asistir a eventos deportivos como espectadoras en los estadios, se han establecido equipos deportivos femeninos y las atletas del país están compitiendo en torneos internacionales. Estos avances no solo han mejorado la imagen internacional de Arabia Saudita, sino que también demuestran el compromiso del país con las reformas sociales y los esfuerzos por lograr la igualdad de género dentro del marco de las tradiciones y valores locales.
UN DESAFÍO PARA SER ANFITRIÓN
A pesar de estos avances, su candidatura de no está exenta de desafíos. Los críticos han planteado preocupaciones sobre el historial de derechos humanos del país, incluidos problemas relacionados con la libertad de expresión y la disidencia política. Además, algunos argumentan que albergar la Copa Mundial en un clima desértico podría plantear dificultades logísticas, incluso con soluciones tecnológicas. Arabia Saudí ha respondido a estas preocupaciones enfatizando su compromiso con las reformas en curso y aprovechando su éxito probado en la organización de eventos internacionales como el Gran Premio de Fórmula 1 y la Liga de Campeones Asiática.
Ser anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA desempeñaría un papel crucial en el logro de su Visión 2030. Este evento, además de aumentar los ingresos turísticos y atraer inversión extranjera, mejoraría la imagen internacional del país como un destino emergente para deportes y turismo. El torneo también crearía oportunidades para el compromiso juvenil, el desarrollo de programas deportivos y una mayor conciencia pública sobre la importancia de los deportes y un estilo de vida saludable. Albergar partidos en ciudades como Yeda, Al-Khobar, Abha y Neom distribuiría los beneficios económicos en todo el país mientras se muestra la cultura diversa y la historia de estas regiones.
La Copa Mundial de la FIFA 2034 no solo sería un evento deportivo, sino también una plataforma para demostrar las capacidades globales de Arabia Saudí. Desde el desarrollo de infraestructura hasta el diseño y gestión innovadores, el país está en el camino de convertirse en un destino líder para deportes y turismo. Con estas transformaciones sociales, culturales y económicas, Arabia Saudí podría convertirse en un modelo para otros países de la región y establecerse como un anfitrión digno del torneo de fútbol más importante del mundo.
Todas las miradas están ahora puestas en el 11 de diciembre de 2024 y en la decisión de la FIFA. Si Arabia Saudí es elegida como anfitriona, marcará un nuevo capítulo en la historia deportiva del país, y esta oportunidad de ser anfitrión podría convertirse en un punto de inflexión en su desarrollo interno y posición internacional.